Educación para el apoyo al duelo infantil

Muchos adultos piensan que los niños no reaccionan emocionalmente después de la muerte de un ser querido y asumen que el niño no siente una profunda aflicción.

De hecho, los niños si experimentan duelo después de la pérdida de un ser querido. Y ellos experimentan esto de una manera diferente a los adultos.

Aparte del amor y el apoyo de sus familiares cercanos o amigos – como por ejemplo primos, padres, abuelos y amigos cercanos– desafortunadamente no hay muchas otras opciones cuando se trata de ayudar a un niño o niña que atraviesa por este periodo tan difícil.

Nuestra primordial motivación y razón para crear Child Grief Support Education, fue brindar ayuda a niños que atraviesan una pérdida y enseñar un enfoque profesional a aquellos que están en contacto con estos niños. También es un programa muy valioso para personas que se sienten motivadas a explorar sus duelos.

Nosotros ayudamos a los niños en duelo creando un espacio seguro donde ellos tienen la oportunidad de afrontar el trauma causado por la pérdida. Un niño que cuenta con un espacio seguro para experimentar y expresar la pérdida de la manera que él lo desea es capaz de entender y afrontar estos sentimientos — como la ira o la profunda tristeza — causados por el evento traumático. La actitud abierta y llena de aceptación de un adulto entrenado en el manejo de estas situaciones puede guiarlos a sentirse más libres y conectados con la vida.

Este programa educativo es el resultado de muchos años trabajando con niños y familias en duelo. Cuando comencé a colaborar en distintos Hospices con niños gravemente enfermos, la atención se dirigía casi exclusivamente al cuidado total (físico-emocional-espiritual) durante visitas domiciliarias. En aquel entonces, no existía un programa para ayudar con continuidad a las familias después de la pérdida.
Gracias al esfuerzo y la confianza de PLAMIENOK n.o. primer Hospice de niños de Eslovaquia pudimos crear un Centro de terapia en duelo y formar a más de 300 profesionales que han trabajado o trabajan con niños con pérdidas. El desarrollo y evolución de este Centro de terapia en duelo ha sido como pilar de la formación.

El Hospice entendió que muchos niños necesitaban ayuda durante los meses posteriores a la muerte del hermano. La experiencia mostraba que la mayoría de las veces los niños eran olvidados en estas situaciones, como si ellos no tuviesen sentimientos acerca de la muerte y como si no atravesasen un proceso de duelo. Por otra parte, los adultos que sí prestaban atención a los sentimientos de los niños comúnmente intentaban protegerlos instintivamente, escondiéndoles la verdad o no mostrando completamente sus sentimientos frente al niño. De cualquier manera, el niño termina encontrando este momento muy difícil, y lo peor de todo es que ellos terminan siendo excluidos de los rituales colectivos de la familia. Tal separación sólo añade más peso a la confusión del niño y a su sensación de soledad y aislamiento incluso en medio de las actividades diarias.

Sentimos una gran alegría al ver cómo la situación está cambiando en los últimos años. Por ejemplo, algunos centros educativos están creando programas y protocolos para la ayuda en duelo.

Creemos que nuestra experiencia y cursos pueden contribuir en esta área para que profesionales y voluntarios que trabajan con niños se sientan más preparados a la hora de guiarlos y acompañarlos.

En la entrada al blog de esta semana vamos a abordar preguntas esenciales sobre el duelo en los niños y cómo el entrenamiento que ofrecemos puede ayudar al niño para que su sano desarrollo evolutivo siga su curso.

Lo que leerás en este artículo:

  • El duelo en los niños.
  • Ellos nos necesitan.
  • ¿Para quién es esta educación?
  • Lo que ofrecemos. 
  • La historia detrás del curso.
  • Comentarios de estudiantes que participaron en el curso.

¿Cuándo se aflige un niño?

Muchas situaciones en la vida pueden causar aflicción, desde mudarse a una nueva ciudad a experimentar un divorcio, o perder a alguien. He aquí las más comunes:

  • Enfermedades graves de un ser querido.
  • La muerte de un miembro de la familia. 
  • La pérdida de un amigo cercano.
  • La muerte de un compañero de clase.

Aunque el niño tiene una comprensión diferente del concepto de la muerte, y ellos usualmente no expresan sus sentimientos y preocupaciones verbalmente como lo hacen los adultos, la pérdida les afecta a ellos tanto como a los adultos, si no es que incluso más. La comprensión del niño acerca de la muerte es a menudo determinada por su edad, cómo él experimenta y comprende el tiempo, y la habilidad de comunicarse acerca de ella. Podría aparentar ser que a los niños no les importa la pérdida o que no ha ocurrido ningún cambio en ellos, pero es esencial darles suficiente tiempo para que noten el cambio en su entorno, así como también hay que prestar atención a los posibles síntomas de duelo.

Los desórdenes de sueño como ser incapaz de dormirse, tener pesadillas, el miedo a la oscuridad, la pérdida del apetito o comer en exceso, dificultades de pertenencia con su grupo de iguales, el sentirse persistentemente infeliz, deprimido, o una conducta extremadamente agresiva e irritable pueden ser todos señales de duelo. Los cambios en la escuela como el decaimiento de las notas o incluso un mejoramiento repentino en las mismas, debería ser percibido como una señal de estar intentando fuertemente llenar expectativas irreales auto impuestas. Si estos síntomas de sufrimiento pasan desapercibidos y el niño no es ayudado, esto podría prevenir su crecimiento emocional. Esto a su vez, si pasa desapercibido, puede crear serias consecuencias y dificultades para el futuro del niño.

Nos necesitan

Un factor clave a entender, es que el niño necesita procesar el duelo, y ellos necesitan de nosotros para lograrlo. Necesitan de un adulto equilibrado que pueda ayudarlos, escucharlos y darles permiso de expresar sus preocupaciones y sentimientos de miedo, ira, tristeza, y amor. Aunque nosotros estamos predeterminados para involucrarnos y apoyar a los niños, un curso de entrenamiento enfocado en trabajar con nosotros mismos y en obtener técnicas profesionales para tratar con situaciones difíciles es extremadamente útil.

Un niño que tiene un espacio seguro para afrontar el trauma que creó el sentimiento de estar roto emocionalmente y confundido, puede, con el tiempo y la ayuda adecuada, ganar entendimiento y aceptación. Ellos se sentirán más libres y conectados a la vida como resultado. El niño puede estar más en contacto con la alegría, y su resiliencia a enfrentar nuevos retos incrementará. Ellos podrían también ayudar a otros niños que están atravesando una situación emocional similar.

¿Para quién es esta educación?

Para aquellos que tienen contacto con niños, como profesores, profesionales de la salud, padres, trabajadores sociales, o personas que estén motivadas a explorar sus propios duelos y aprender un enfoque profesional para ayudar a los niños con pérdidas.

Lo que ofrecemos

Te ofrecemos aprender a entender y a relacionarte con el viaje interior de tus propios duelos para acompañar y guiar a niños con pérdidas. La comprensión de este enfoque profesional te permitirá sentirte más seguro y estable ganando eficiencia a la hora de hablar con personas en duelo.

Este programa formativo incluye los siguientes 5 cursos:

Curando nuestras heridas

Aprender a honrar compasivamente los duelos de tu vida para fortalecer tu capacidad de acompañar a niños y familias después de una pérdida.

Hablando con Familias en Crisis

Desarrollar un entendimiento profundo y confianza para poder interactuar con una autenticidad que ayuda a las familias en duelo con las que trabajas.

Guiando a Niños en Duelo

Redescubrir la empatía por tu niño interior y combinar efectivamente tu enfoque profesional con herramientas terapéuticas para ayudar a los niños que atraviesan un duelo.

Conectando con el adolescente en duelo

Sentir y aceptar el lado oscuro de ti mismo para así poder conectar y ayudar a adolescentes experimentando la misma turbulencia que ellos cuando los ayudas a través de su duelo.

Decir Adiós con Autenticidad

Integrar tu nueva perspectiva y conocimiento de una manera única que te permita cerrar situaciones y decir un adiós brindando presencia y autenticidad a cada momento e interacción de tu vida.

La historia detrás del curso.

La creación de este espacio educativo para la formación en duelo infantil tiene sus orígenes en la semilla plantada en 2008 cuando comencé a formar al equipo de PLAMIENOK en el primer curso de formación en duelo. Desde entonces, junto con la directora María Jasenkova, hemos organizado este curso anualmente y 300 estudiantes y profesionales de la salud se han beneficiado de las enseñanzas.

Como resultado, los participantes que atendieron el curso se sintieron más resilientes emocionalmente. Esto les dio confianza para trabajar de manera más efectiva con niños y familias en duelo. También fueron capaces de ayudar a largo plazo mientras lograron mantener su entusiasmo.

Las familias muestran su agradecimiento cuando observan que los síntomas de sus hijos causados por la pérdida han desaparecido y los niños se sienten más felices. Los padres también ganaron mayor capacidad de entender el estado mental y las necesidades de sus hijos. Las familias y parientes que ayudamos también son mucho más propensos a pedir y participar en futuras consultas para contribuir con una recuperación más completa.

Este entrenamiento impactó positivamente a todas las personas involucradas tan profundamente que siendo la necesidad de hacer llegar el valor de este proceso más personas.

Comentarios de los alumnos asistentes a la formación

«Dar y recibir en una pieza esencial de cada forma de amar. Amar-dar y ser amado-recibir. Ellos son una pareja inseparable, ellos no pueden ser separados el uno del otro. Si eso ocurre, algo está mal y la conexión se rompe. Aprendemos a amar desde el nacimiento. Pero no podemos decir que ya aprendimos cómo hacerlo completamente. Lo seguimos aprendiendo durante toda nuestra vida. A veces sabemos lo que hacemos, a veces no lo sabemos. Cada día es nuevo y cada día comenzamos de nuevo. En diferentes niveles, pero la vida siempre puede ser sorprendente e inesperada. Y así, en algunas ocasiones es difícil dar algo, y en otras es difícil recibir algo. Pero de eso es que trata la vida«.

Se puede decir que esto es un arte. Y necesitamos inspiración para ser capaces de crear arte. En otras palabras, necesitamos trabajar en nosotros mismos. La gente necesita trabajar en ellos mismos para ser capaces de ayudar a otros. Y creo que esto es lo más importante que he aprendido en el curso. Ayudar y cuidar a otros es como caminar en la cuerda floja. Mientras mayor es la altura, más necesitas concentrarte. Y creo que ayudar a los niños en duelo es como caminar en la cuerda floja. Necesitas equilibrio. Dando por una mano, recibiendo por la otra. Uno no es posible sin lo otro. Estoy tan agradecida de haber aprendido esta importante lección por medio del curso.

Imagino que cuando un niño pierde a alguien querido, el mundo se torna en blanco y negro. Y este necesita ser repintado. Y ese es el arte de dar y recibir al mismo tiempo. Acompañar al niño en hacer del mundo un lugar colorido.

Los niños necesitan luz. Y nosotros podemos ayudarlos al aceptarlos y darles la oportunidad de ver, la oportunidad de hacer su universo colorido otra vez. Eso es un largo proceso, pero es posible.”.

Si tenemos éxito, el niño sentirá más amor que dolor. Él será amado. Él recibirá amor y un día será capaz de darlo. Él sobrevivirá al dolor y puede incluso volverse poderoso y amoroso, el momento es su vida. Él no buscará el sufrimiento, sino la belleza. Porque cada dolor es la ausencia de amor. Incluso el dolor de perder a un ser querido. Cuando nos damos cuenta de esto, el acercamiento a cada niño estará lleno de amor. Daremos y recibiremos al mismo tiempo.

Dar y recibir es como la fotosíntesis. Convertir dióxido de carbono en oxígeno. Convertir el dolor en amor. Todo a través del arte de dar y recibir. Yo pienso que no se necesita más que eso.

Tiempo para dar y recibir. Tiempo para amar y ser amado. Tiempo para el nacimiento, tiempo para la muerte. Diferentes palabras, pero el significado es el mismo. Deseo ser capaz de recibir y ser capaz de dar. Tanto en la claridad como en la oscuridad.

La cosa más importante fue descubrir que todo comienza por mí. Primero tengo que trabajar en mí, para ser capaz de ayudarme a mí misma, para lidiar con el pasado, … Y solo entonces puedo ayudar a otros desde una distancia sana. Solo entonces seré capaz de dar y recibir sin mirarme a mí misma. Y soy consciente de que esto es sólo el comienzo. Pero si no estoy sobre un buen cimiento todo es en vano. Y aquí tengo unos cimientos sólidos en los cuales construir con seguridad. En los cuales puedo crear arte. Para crear el arte de la vida, un arte que será capaz de colorear el mundo de otras personas. A través de dar y recibir. ¿Es eso suficiente? No sé la respuesta, pero sé que la paciencia en el presente es la base de dar y recibir. Así que solo me queda agradecerles. Por cada reunión, cada nueva información, cada actividad, imaginación, comunidad… eso me empujó hacia adelante.

Gracias por su lectura,
Iván Gómez García
Director de Acompañamiento Creativo
Psicólogo experto en Psico-Oncología y Cuidados Paliativos
Psicoterapeuta Gestalt (AETG-FEAP)

“La mayor sanación del mundo es ser ustedes mismos.”
Reshad Felido

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